SUOMI.

Como no me puedo ir a Finlandia cuando me entra la morriña, Finlandia ha venido a mi, o más bien yo me he ido en búsqueda de un trocito y lo he encontrado. Todo porque pienso que hoy me lo he ganado. Esta tarde tenía exámen oral de inglés y he cumplido con todos los objetivos que me había marcado:
1. No ponerme nerviosa.
2. No pensar lo que digo, decirlo y ya está.
3. No dejar de hablar ni un momento.
Tras haber superado mi reto personal y después de dos semanas escuchando y leyendo inglés a cada momento libre, he decidido hacerme un regalo. En principio había pensado premiarme con unos bombones de licor irlandeses, pero no unos cualquiera, son de una marca concreta que no ha habido manera de encontrar salvo en internet, así que todo ha salido rodado cuando he visto la bandera azul y blanca que a mi me resulta tan familiar, Finlandia, y ya está, adjudicados, bombones fineses para mí, para recordar los momentos tan intensos que Finlandia me ha regalado. No he podido resistirme y aquí tengo mi trocito del norte, que hoy me hacía falta más a mi que a mi trasero, pero bueno, un día es un día.